lunes, 13 de octubre de 2008

The Game

The only thing that works for me: Closer, Nine Inch Nails

Parece que eso de la seducción tira. O las explicaciones de como seducir. Parece que hay una carencia muy fuerte en esto, actualmente. Cabe decir que no es un fallo unicamente masculino (si, las chicas también suspenden bastante en esa asignatura).

Al final me he decidido, si el mundo necesita un curso de repaso sobre seducción, yo también aportaré mi granito de arena. A ver si así hay más sexo y menos gente dando por culo, o un poco menos de mala leche y mejor humor generalizado. Y aviso, esto no es solo aplicable al genero másculino.

Lo primero: la seducción es un juego. Y el objetivo fundamental de este juego es seducir. No es coña, parece que se olvida este dato con mucha facilidad. El objetivo no es sexo, sino el juego por el propio juego: seducir por seducir. ¿Por qué digo esto? Porque cuando se olvida se comete el error de ir demasiado al grano, de dar una imagen de desesperado/a. Y porque al hacer esto nos perdemos la mayor gracia de la seducción, que es jugarla y disfrutarla.

Y todo juego tiene unas reglas: la seducción tambien... más o menos. Las reglas son muy sencillas: las únicas reglas válidas son las que quieras poner. En realidad, aunque se diga que esto es como la guerra, que todo vale, hay cosas que cada uno no está dispuesto a hacer. Es muy importante entender este punto. No darse por enterado, entenderlo. Cada uno pone sus propias reglas.

Una vez entendido esto, es importante saber que las reglas están para romperse. Esto no significa que las reglas no sirvan de nada. significa que llegado el caso, hay reglas que puedes terminar rompiendo. Lo importante es valorar que reglas se pueden romper y cuales son inamovibles, y cuando se puede romper una de tus normas. Ahora llegará la pregunta: si esas normas las has elegido tu, ¿por qué romperlas? Es sencillo, porque todo el planteamiento teórico que puedas tener no sirve de nada. Porque la gracia está en jugar en el límite, y cuando estás en el límite, a veces es necesario traspasarlo.

Creo que no debería ser necesario decir que el juego solo tiene gracia cuando juegan dos. Destruir una defensa cerrada puede ser entretenido, pero el juego verdaderamente interesante es el de seducir y ser seducido. Aquí no estamos hablando de ligar con una cara bonita y un cuerpazo, sino de currarselo. Y si una parte se lo curra y la otra no, ¿no resulta muy poco equitativo?

Una vez explicados los principios básicos, vamos a diferenciar dos partes de la seducción. La comunicación verbal y la no verbal. Todos conocemos ese cliché del juego de miradas: miras a la chica, la chica te mira, sonrie, se toca el pelo/dice algo a las amigas. Bien, la comunicación no verbal no se centra solamente en eso. Hay dos movimientos muy básicos. Empezaré con el contacto físico.

Cuando quieres seducir el contacto físico es importante. Pero es más importante como manejarlo. El contácto físico es invasivo. Todos tenemos nuestro espacio vital, y el contacto puede agradar, o desagradar. Es muy importante que el contacto sea agradable, por ello hay que preparar el camino. Nada de coger del brazo porque si, o poner la mano en el hombro. Hay que ir paso a paso, reducir primero las distancias, luego ya establecer contacto. Por supuesto, la tercera norma se aplica: las reglas se pueden romper.

El otro movimiento básico es el contacto visual. Como norma inicial, y por educación, se debe considerar un triángulo básico hacia el que mirar: ojos y boca. Como tal, las armas más básicas se centrarían en la mirada y la sonrisa. El otro factor a considerar son las manos: normalmente el reflejo inicial de cualquier persona es seguir cualquier movimiento con la mirada, aunque sea de reojo, por lo que es posible, con un movimiento de manos, atraer la mirada a otra parte, o simplemente, apartarla de tu cara. Y si, esto también es util para el juego de distancias.

Como entrar en la comunicación verbal tiene poco sentido, hablaré de otro punto: romper los esquemas, desorientar a la persona que tienes delante, echar por tierra cualquier idea preconcebida o cualquier estereotipo en el que haya pensado encasillarte. Al descolocar a la otra persona, se abre un hueco en su defensa. Es importante decir que, por supuesto, esto solo funciona si realmente no encuadras en su expectativa inicial, y además la superas. Por poner un ejemplo para que se entienda claro: un "no es tan tonto/a como pensaba" sería válido, mientras que un "es más tonto/a de lo que pensaba" no lleva a ninguna parte. Sin embargo, si es válido aparentar un perfil más bajo (o distinto) para luego dar la sorpresa. A fin de cuentas, la imagen que das también entra en juego.

Por supuesto, esto son solo unas nociones básicas. No tengo tampoco intención de escribir un tratado sobre la seducción, y tampoco serviría de nada. La imaginación y la improvisación son aliados poderosos, y la practica y la experiencia es lo que hace que hasta los trucos más tontos sean efectivos. Y ante todo, el no olvidar una cosa: el único resultado que merece la pena en este juego, es el empate.

2 comentarios:

la reina del hielo dijo...

vaya post molón. tienes muchísima razón, la seducción mola como un juego... cuando se deja de jugar y se va a cascoporro a por las cosas todo va mal

John Black dijo...

Es que una cosa es que al final se acabe como se acabe, y otra muy distinta ir a saco.

Pero bueno, mi granito de arena ya está aportado en este tema.