lunes, 19 de abril de 2010

John contra el volcan

Con la que está cayendo, a quien se le ocurre. Más de media Europa con el tráfico aereo cortado. Los aeropuertos cerrados hasta el día siguiente, para luego despues, prolongar el cierre otro día. Los vuelos cancelados, los hoteles colapsados, y la gente tirada por los aeropuertos. Pues sí, y yo viajando.

La cosa es que por desgracia, no volvía a España, que si no ahora estaría por Berlín de cachondeo. Así que con un par, me largué a atravesar las Germanias. Si, con mi par de maletas me largué a la estación de ferrocarril a buscar un tren con destino a Düsseldorf. Ya sabía que lo iba a encontrar (a algo así como uno cada hora, es facil). Cuatro horitas y media de viaje, sin poder reservar asiento (es decir, si no hay donde sentarse, te jodes) para llegar al siguiente destino.

El panorama fue muy gracioso. El viernes me llamaba mi jefe para ver que pasaba, pero lo más que saqué fué saber que estaba el aeropuerto cerrado hasta las 8 de la tarde. Poco a poco iban ampliando el horario. Es decir, en pequeños intervalos, aunque yo ya me esperaba que el domingo me tocaría ir en tren sí o sí. Pero no confirmaban nada.

Así que yo tranquilamente hasta el momento clave. El domingo estaba cerrado el aeropuerto hasta las 2 del mediodía. 40 minutos antes de mi vuelo, pero no quieren confirmar nada. Yo necesito precisamente eso, que me confirmen, por eso de que la empresa me pague el tren. A titulo personal, la operadora que me atiende me dice que seguramente se cancele el vuelo, pero que no hay confirmación oficial aún del aeropuerto. Obviamente, al final y como ya sabíamos todo el mundo, el vuelo se canceló, pero yo a esa hora ya estaba de camino.

jueves, 15 de abril de 2010

Amnesia Histórica

Podria empezar comentando mis dudas sobre si somos realmente tan tontos o nos lo hacemos, pero prefiero empezar de otra manera. Mi abuelo, que en paz descanse, cuando veía las noticias no hace muchos años, decía que estos sinverguenzas (refiriendose a los políticos) nos iban a llevar a otra guerra. Por supuesto, se refería a la guerra que vió desde su comienzo hasta su final (pasando por ambos bandos) y, por supuesto, sus consecuencias, a la guerra civil de 1936.

En 1977, en pleno proceso de transición democrática, por los esfuerzos de los partidos de izquierdas y con la abstención de Alianza Popular, se promulgan las tan traidas y llevadas Leyes de Amnistía. Esta suponía un punto y aparte en la historia de España, a nivel legal y jurídico. Para que la democracia pudiera existir realmente, era necesario dejar la historia a los historiadores, y eso de las dos españas y el odio entre ellas, para la historia. No fue ni una ley forzada ni una exigencia de los restos del franquismo. La aprovación de la ley fué recibida con aplausos en el congreso (a excepción, otra vez, de Alianza Popular). Los políticos presentes, la consideraron un éxito (muy significativo es este texto de Jose María Benegas, en el 30 aniversario de la Ley), pues precisamente no se trataba de una amnistía para blindar los crimenes del franquismo, sino para que la democracia pudiera seguir adelante.

Es importante recordar hoy en día, que dicha ley se pone tan en tela de juicio, que el país acababa de salir de una dictadura, estaba dando pasos hacia una democracia. Era necesario que politicos en el exilio o en la carcel pudieran volver a la vida política sin miedo. Era el primer gran éxito para la democracia.


'Hoja Oficial del lunes : editada por la Asociación de la Prensa' - Epoca 3ª Número 2009 (17/10/1977) Página 4 (Pulsar en la imagen para ampliar)

Cierto que había reticencias, los políticos de Alianza Popular reclamaban el desorden social campante en aquellos días y pedían garantías de que esa era la ultima amnistía, un senador reclamaba las responsabilidades de las matanzas de Paracuellos, y algunos políticos vascos insistían que la amnistia aún no era suficiente.

Parece mentira que hoy sea la izquierda, que entonces defendía y reclamaba la amnistía, la que hoy airee esta ley como el baluarte tras el que se escuda el franquismo, reavivado el odio y abriendo heridas que aún no han terminado de cerrar. Es vergonzoso que se utilice este dolor con fines tan políticos como desafiar la independencia del sistema judicial. Pero es aún mas vergonzoso que, en una época en la que internet nos permite conocer las verdades de la historia reciente, seamos tan analfabetos que nos creamos sus mentiras. Seguimos hundidos en el fango, luchando a garrotazos.

martes, 6 de abril de 2010

Weird Science

Llevo tanto tiempo mordiendome la lengua por aquí, que un día de estos me voy a terminar envenenando. Así que me voy a dar un gusto al cuerpo, que de vez en cuando hay que permitirselo. Además, la Cuaresma y la Semana Santa, tradicional tiempo de comedimiento, ya ha pasado.

Lo primero explicaré que la Física es una ciencia completamente empírica. Eso quiere decir que debe demostrarse de forma experimental. Ninguna teoría se puede considerar válida si sus predicciones no se comprueban de este modo. La física teórica existe, sin embargo. A traves de principios demostrados empiricamente, genera modelos matemáticos para explicar lo que aun no se ha observado de forma experimental. Pero no por ello se libra de la realidad: para que esas hipótesis se conviertan en solidos principios demostrados, deben pasar por la piedra de la experimentación. Sin importar lo bonitas y elegantes que sean, o lo políticamente correctas.

El proceso, simplificandolo, viene a ser el siguiente. Se observan los datos de partida, sean fenómenos observados o principios físicos ya demostrados. Se estudian hasta llegar a un modelo teórico. Luego se diseñan varios experimentos, se predicen los resultados según el modelo, y se comprueba que los resultados predichos coinciden con lo que nos muestra la realidad. De no ser así, es necesario volver a la mesa de trabajo, o al laboratorio, a seguir estudiando donde está el fallo en nuestra hipótesis, con nuevos conocimentos bajo la manga.

Dos casos conocidos y actualmente famosos de teorías físicas son, por ejemplo, las Teorías del Todo y la Teoría del Calentamiento Global.

Las múltiples teorías del todo buscan un modelo que conecte en uno todos los fenómenos físicos conocidos. Actualmente las más famosas de ellas, debido a su mención en una serie de TV, son las Teorías de Cuerdas. Esta define que una partícula subatomica no es, como tradicionalmente se considera, un punto sin dimensión ni estructura interna, sino una cuerda minúscula que vibra en el espacio-tiempo, originandose todos los diferentes tipos de partículas segun variaciones en su oscilación. A pesar de su aparente sencillez, la experimentación no ha cumplido todavía las predicciones de estas teorías. Este espacio-tiempo se define, además, en más de cuatro dimensiones (once concretamente, según la actual teoría de supercuerdas, siete de ellas inobservables). Experimentalmente, hasta ahora, tampoco se ha detectado ningún dato que muestre la existencia de dichas dimensiones. Sin embargo, aun con los datos experimentales, se sugiere como la principal candidata a Teoría del todo, ya que es la única que presenta actualmente un modelo completo de la física, y ha tenido aciertos parciales en sus predicciones, sin olvidar la atracción que su elegancia provoca en muchos de sus defensores, que no se desaniman y siguen trabajando en ella.

La Teoría del Calentamiento Global sugiere un modelo climático basado en la subida de la temperatura global del planeta, con el factor humano como causa más influyente en este cambio. Sin embargo, por más que he intentado informarme en mucho tiempo, no he podido encontrar ninguna definición concreta de este modelo. Tampoco ha servido para predecir a priori determinados fenómenos meteorológicos, que para más guasa han sido incluidos posteriormente, no para redefinir la teoría, sino como corroboración. Cualquier detractor de este modelo es considerado un esbirro de corporaciones empresariales y petroleras. Unido esto a determinados factores (el ya casi olvidado Climagate, las subvenciones a determinadas energías que han demostrado no ser competitivas,...), sugiere que más que un modelo científico o meteorológico, sea este un modelo político-económico.

Un estudio científico del calibre que se propone, debe recoger y estudiar todos los datos disponibles, sin obviar o considerar desestimables los datos que no convengan. Un estudio científico debe responder a la crítica de forma razonada, a través de argumentos lógicos y demostraciones empíricas, y no debe responder con ataques sobre las intenciones e intereses de sus criticantes. Y por supuesto, debe ir con un modelo fisico o matemático y unas ecuaciones que lo definan por delante, que sea sometido a los procedimientos habituales: revisión de los pares (otros científicos), predicciones de comportamiento, y si esas predicciones no se demuestran acertadas, por su vuelta a la mesa de trabajo.

A fin de cuentas, considerando como los defensores del calentamiento pretenden que sus teorías sean consideradas ciertas e inequivocas, bien podíamos considerar perfectamente viables las teorías catastrofistas, el libro de las Revelaciones (Apocalipsis) lo avala. Como demostración empirica, baste decir, y no hace falta demostrar mucho, que nos sobran falsos profetas.