lunes, 3 de diciembre de 2007

Ex(peri)mental


Boiling in a glass: While my guitar gently weeps - George Harrison

La primera vez que me enfrenté al papel en blanco tendría unos 15 años. Por esa época tenía mucho entusiasmo. Básicamente, tenía poco más que entusiasmo, así que más me valía tener una buena cantidad en reserva. Había leido algo, había vivido lo justito. El resultado acabó como cabía esperar, le faltaba mucho. Le faltaba madurez, le faltaba experiencia... y sobraba entusiasmo.

Luego fué pasando el tiempo, despacio al principio, y acelerando después. Fuí ganando en experiencia en la vida, fuí ganando en madurez. Viví mucho, leí aún más, y poco a poco fuí dejando de escribir. Ordenar las ideas para plasmarlas en palabras exige calma, por esa época mi vida estaba llegando a una intensidad donde la calma era un lujo que necesitaba para mi mismo, para mantenerme de una pieza.

Seguí viviendo, y solo de vez en cuando volvía a coquetear con la narrativa y, las menos veces, la poesía. Y llegué hasta aquí. Despues de acumular experiencias vitales, despues de haber leido y aprender de la experiencia ajena, llega el verdadero momento de experimentar uno mismo, explorar tecnicas narrativas, probar ideas. Despues de los ensayos, llegaría el momento de la gran obra, pero tampoco quiero dedicarme a la literatura como profesión, que la mia me gusta y no quiero dejarla.

Quizás esa sea mi diferencia. No quiero vivir mis sueños. Quiero soñar mis sueños y vivir mi vida. A fin de cuentas, solo se puede decir lo mismo que Lennon, la vida es lo que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes.

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