El asesino (Relato corto)

Original Soundtrack: Peter Gunn Theme - Blues Brothers

Quitó el seguro de la pistola, ajustó el silenciador y guardó delicadamente el arma en el bolsillo de su abrigo de paño. Caló el sombrero sobre su cara. Sabía que su imagen resultaba bastante anacrónica y llamativa. Por supuesto, era algo muy estudiado. Su maestro se lo había dicho en una ocasión: hay dos formas de ocultarte. Una es pasar desapercibido. La otra es llamar tanto la atención que la gente se olvide de detalles relevantes, como tu cara, por ejemplo. Seguramente algún estúpido testificaría que era el mismo Al Capone salido de la tumba.

Miró el reloj, tiró la colilla del cigarro al suelo y lo apagó con la punta de la suela de su zapato italiano. Comenzó a caminar tranquilamente, midiendo los pasos. Cuando se concentraba para el trabajo, casi podía escuchar en su cabeza el sonido de un metrónomo. Cinco segundos más, giró la esquina con la precisión de un reloj suizo.

Ahora podía ver al objetivo, con dos guardaespaldas, saliendo del restaurante. Quince segundos andando al mismo ritmo, echó mano al bolsillo del abrigo. Contuvo el aliento, ahora estaban dandole la espalda, mientras el objetivo se disponía a entrar en el coche. Tres segundos más. Ahora.

Disparó a los guardaespaldas. El objetivo no tuvo tiempo de reaccionar antes de que el tercer disparo alcanzara su cabeza. Un último disparo para el chofer, a traves del cristal de la ventanilla. Guardó la pistola en el bolsillo del abrigo y aceleró el paso, giró la esquina, ocultandose unos segundos en un portal.

Los gritos se alejaban. Continuó andando. Se quitó el abrigo y el sombrero, quedando con un impecable traje italiano, y los tiró en un contenedor de basura. Guardó los guantes en el bolsillo interior de la americana, giró la esquina para dar a una calle concurrida. Entre la multitud ya no podrían localizarle. En su cabeza, el metrónomo dejó de sonar.