Cielos de Neón (continuación)

Original Soundtrack: Lux Aeterna - Clint Mansell

-No tengo muy claro si es que estás sordo o es que estoy apuntando demasiado alto. -Incluso el tono de voz con que hablaba había cambiado. -No tenemos toda la noche, encanto.

Podía oir un movimiento y un roce de tela. Seguramente estaría abrochandose los remaches de la blusa con la mano libre. Podría intentar aprovechar ese momento para librarse de la pistola. Ella debió imaginarse sus pensamientos. Apretó más fuerte el arma contra él.

-Ni se te ocurra. Y mientras te vas decidiendo si quieres hablar, vete vistiendo. Me resultaría raro que tus amiguitos, sean quienes sean, no aparezcan en cualquier momento para unirse a la fiesta.

-No son mis amiguitos. Y no, yo tampoco tengo de idea de quienes son ellos ni de quien eres tú, -dijo por fín, tragando saliva y tratando de mantener la calma. No es que fuera la primera vez que le apuntaban con un arma de fuego, pero sabía que en aquel momento su vida valía bien poco.

-Vaya, el bello parlanchín se ha decidido a hablar de nuevo. Vístete y sal del cubículo. Y no olvides que ellos no van a dudar en matarte. Y yo tampoco lo haré.

-Gracias por darme la información que ya tenía.

Quizás debía haberse moderado un poco. Calmarse y calmarla y todo eso. Ella estaba armada, él no. Pero ahora empezaban a encajar las piezas del puzle, y no le gustaba lo que estaba viendo. "Salda tus deudas, no queremos que nadie venga a interferir en tu trabajo", le habían dicho. Estaba claro: nadie le echaría de menos, una vez sus deudas saldadas. Nadie se iba a preocupar si el moría, era completamente prescindible. Por otro lado estaba ella, estaba claro que no era una científico, o no una científico convencional. Se abrochó la camisa mientras se deslizaba hacia la puerta. No tenía otra opción, era la unica forma de saber que demonios estaba pasando. Soltó los cerrojos de la puerta, esperando que aún no hubiera nadie al otro lado.