Cielos de Neón (continuación)

Original Soundtrack: Engel - Rammstein

Todo era demasiado facil... La primera alarma en su cabeza saltó cuando la chica pidió al taxista que les llevara a "un hotel discreto donde pudiera estar con su amigo" mientras le acariciaba el pecho. Iba a ser pan comido, le habían dicho sus contratantes... pero tan facil... No, además no había llevado la seducción tan lejos aun, ni ella parecia estar tan borracha.

Mientras el taxi les llevaba ella empezó a besarle, primero en la mejilla y el cuello, luego en la boca. Al principio intentó poner algo de resistencia. "Imbecil, esto es por lo que te pagan". Se le pasó por la cabeza otra opción: que se hubiera convertido en un regalo especial de bienvenida para la chica por parte de su empresa, algo para mantenerla entretenida durante el viaje. Ahora mismo le faltaba información para saber que estaba pasando, y lo único que podía hacer era responder a los besos y caricias de la mujer, aunque todo su cuerpo le alertara en una sensación de peligro.

La siguiente alarma saltó demasiado tarde. Había sido un estúpido. Claro que la chica era lista, lista y astuta. Intento apartarse un poco más, hacia la pared del cubículo del hotel. Pensó en intentar algo, en aprovechar la oscuridad a su favor, pero el tacto frio del cañon de la pistola en su pecho le disuadió de ello. Solo necesitaba un tiro, y él tenía que desarmarla e inmovilizarla, y dudaba que eso fuera facil. No, la chica no era una pequeña e indefensa ratita de laboratorio. La pistola que habia ocultado sin que el lo hubiera llegado a sospechar, la calma y la frialdad con la que le encañonaba, la forma de hacerle apartarse sin decir una palabra, y, sobre todo, la seguridad en si misma que tenía.

-Y ahora me vas a decir quién coño eres y quien te ha contratado. - No era una pregunta, el tono de certeza en su voz era inconfundible.