viernes, 2 de noviembre de 2007

Cielos de Neón (continuación)





Original Soundtrack: Love theme (Blade Runner OST) - Vangelis


El Old Town estaba practicamente lleno. La música electronica de finales del siglo anterior llenaba el ambiente con un toque de elegante decadencia. El piano que adornaba uno de los rincones parecía haber costado una fortuna. Cuidados y precisos hologramas eran proyectados entre los clientes, la imagen de una mujer que probablemente fuera una celebridad en el mil novecientos y pico, apareció bailando junto a él por unos instantes. No prestó atención, estaba ocupado buscándola, casi deseando que los informes de sus contratantes fueran erroneos.

Tardó varios minutos en encontrarla, sola junto a la barra. Se acercó lentamente hacia ella, haciendo como si fuera a pedir al camarero y chocando con ella casualmente. Se giró para disculparse mientras el camarero le traia su cerveza, y no pudo evitar fijarse en su mirada, perdida, ausente. Intentó no pensar en eso mientras iniciaba con ella una conversación casual, aparentemente despreocupada. Hizo un par de bromas, algun chiste viejo, consiguió arrancarla una sonrisa.

La cosa iba bien. Llevaban un par de horas hablando. El había tomado el papel de hombre de negocios. Que demonios, realmente y en esencia, se podía decir que ese había sido siempre su trabajo, siempre que no especificara la clase de negocios a la que se había dedicado. Así se tenía esforzar menos por mantener la coherencia en sus historias, la chica era terriblemente inteligente, se daría cuenta. Algo más tarde, la chica sugirió cambiar de bar y el dijo que conocía uno...


Se daba cuenta que la chica se había relajado, ya no se escondía tanto bajo esa fachada de mujer inteligente y brillante. Se veia en su sonrisa, ahora era mucho más natural. Se veia en la forma de jugar con la copa entre sus manos. Tal vez fuera el no estar en el ambiente artificial de un bar de moda, tal vez fuera el alcohol. La habia llevado por unos cuantos bares poco turísticos, entre charlas y sonrisas. Ahora buscaban un taxi mientras ella se agarraba a su brazo y él hacia autenticos esfuerzos para mantener la sangre fría. "Ella es trabajo, chico, recuérdalo bien. Ella es un lujo que un tipo como tu no se puede permitir"...

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