jueves, 15 de abril de 2010

Amnesia Histórica

Podria empezar comentando mis dudas sobre si somos realmente tan tontos o nos lo hacemos, pero prefiero empezar de otra manera. Mi abuelo, que en paz descanse, cuando veía las noticias no hace muchos años, decía que estos sinverguenzas (refiriendose a los políticos) nos iban a llevar a otra guerra. Por supuesto, se refería a la guerra que vió desde su comienzo hasta su final (pasando por ambos bandos) y, por supuesto, sus consecuencias, a la guerra civil de 1936.

En 1977, en pleno proceso de transición democrática, por los esfuerzos de los partidos de izquierdas y con la abstención de Alianza Popular, se promulgan las tan traidas y llevadas Leyes de Amnistía. Esta suponía un punto y aparte en la historia de España, a nivel legal y jurídico. Para que la democracia pudiera existir realmente, era necesario dejar la historia a los historiadores, y eso de las dos españas y el odio entre ellas, para la historia. No fue ni una ley forzada ni una exigencia de los restos del franquismo. La aprovación de la ley fué recibida con aplausos en el congreso (a excepción, otra vez, de Alianza Popular). Los políticos presentes, la consideraron un éxito (muy significativo es este texto de Jose María Benegas, en el 30 aniversario de la Ley), pues precisamente no se trataba de una amnistía para blindar los crimenes del franquismo, sino para que la democracia pudiera seguir adelante.

Es importante recordar hoy en día, que dicha ley se pone tan en tela de juicio, que el país acababa de salir de una dictadura, estaba dando pasos hacia una democracia. Era necesario que politicos en el exilio o en la carcel pudieran volver a la vida política sin miedo. Era el primer gran éxito para la democracia.


'Hoja Oficial del lunes : editada por la Asociación de la Prensa' - Epoca 3ª Número 2009 (17/10/1977) Página 4 (Pulsar en la imagen para ampliar)

Cierto que había reticencias, los políticos de Alianza Popular reclamaban el desorden social campante en aquellos días y pedían garantías de que esa era la ultima amnistía, un senador reclamaba las responsabilidades de las matanzas de Paracuellos, y algunos políticos vascos insistían que la amnistia aún no era suficiente.

Parece mentira que hoy sea la izquierda, que entonces defendía y reclamaba la amnistía, la que hoy airee esta ley como el baluarte tras el que se escuda el franquismo, reavivado el odio y abriendo heridas que aún no han terminado de cerrar. Es vergonzoso que se utilice este dolor con fines tan políticos como desafiar la independencia del sistema judicial. Pero es aún mas vergonzoso que, en una época en la que internet nos permite conocer las verdades de la historia reciente, seamos tan analfabetos que nos creamos sus mentiras. Seguimos hundidos en el fango, luchando a garrotazos.

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