jueves, 9 de julio de 2009

Low cost

Hace no demasiado, a la vuelta de Dublín, tuve la experiencia de probar una de esas compañías que, parece, se han puesto tan de moda ultimamente: ¡los vuelos low cost!

Mucha gente se pregunta eso de como puede salir el vuelo tan barato, mira, pones extras y sigue siendo más barato que cualquier otra compañía... Pero un viaje en uno de esos autobuses transandinos, con las cabras en el techo y las gallinas aleteando tampoco debe ser muy caro.

Para empezar, expliquemos los detalles de un vuelo low cost con una conocida compañía.Yo normalmente lo primero que veo es la reserva del billete. En ella me indican cosas como que debo estar antes en el aeropuerto, las disposiciones legales, y principalmente, horario de salida, horario previsto de llegada, aeropuerto y terminal de salida, aeropuerto y terminal de llegada, el peso máximo de la maleta, el numero de bultos de equipaje de mano... esas cosas. Bien claro y visible. Cuando lo que encuentras son hojas y hojas de disposiciones legales, una lista de que es lo que tienes contratado del vuelo y, por ahí perdido, aeropuerto, terminal y hora de salida, empiezas a preguntarte una cosa: ¿a que hora y a que terminal llego? A parte de que te empieza a entrar el mal rollo.

A parte, cuando descubres que tus 20 kilos (normalmente el mínimo, en algunos vuelos son 30) de equipaje adelgazan 5, ya empiezas a preocuparte. Yo tuve suerte, pero los que tenía delante para facturar acabaron con una cara de tontos cuando les tocó pagar 5 kilos de sobrepeso...

Pero ya has facturado y tienes el billete. Normalmente tienes un asiento asignado, incluso algunas compañias permiten reservar ya el asiento cuando contratas. Así que en tu billete buscas el asiento, pero no lo encuentras. Tampoco ves la puerta de embarque, pero eso es más normal. En algunos vuelos (o en todos, si son de Iberia en la T4 de Barajas) llegas a saber cuando embarcas algo así como 10 minutos antes de la hora de embarque (aunque con Iberia no es problema, porque el embarque se retrasará de 20 a 30 minutos), así que en eso acabas curado de espantos.

Por fin te dicen la puerta de embarque y descubres la organización del embarque. Las Dos Colas. Tienes la fila de embarque preferente y la de embarque normal. Casi como normalmente tienes la de embarque de turista y la de business. Solo que empiezas a sospechar más. Hasta que descubre que tus sospechas son fundadas y el embarque se realiza por el proceso conocido como "maricón el último": tu te pones en cola lo antes posible, porque segun entras coges asiento de donde haya libre (ahí no me puedo quejar, acabé repartiendo tres asientos entre un servidor y una chavala bastante agradable a la vista... con la que no hablé demasiado, eran las 6 de la mañana y ambos pensabamos en lo mismo: dormir).

Despues de eso, parece que nada te sorprenderá. Ya te sientes a prueba de los niveles de cutrerío ordinarios. Pues bueno, te puedes sorpreder cuando, igual que en los vuelos, normalmente, te ofrecen el periódico, ellos te ofrecen... ¡la revista de la compañía! (normalmente la encuentras en la bolsita que tiene el asiento delantero. Pero ojo, que cuando vas a aterrizar, amablemente te la retiran (normalmente nadie se preocupa de esas cosas, tienen muchas, si llega el caso). No tienes una hojita con las aclaraciones de seguridad: lo tienes bien visible en el asiento delantero, en una pegatina. Pero si incluso, cuando van a venderte (que por desgracia se hace cada vez más habitual) un refresco o comida, te enseñan (que ni siquiera te dan) la única carta que tienen para que puedas ver de lo que disponen.

Pero aún nada de ello sobrepasa el embarque, propiamente dicho, Ese paseo por el asfalto (para qué una rampa, para que un desplazamiento en bus... aparcamos el avión cerca y que vayan andando), esa escalerilla cutre... y la entrada al avión, con ese aura de autobús transandino volador, todo se convirtió en una experiencia que deseo sea irrepetible, porque yo no tengo la menor intención de repetirla.

1 comentario:

tita hellen dijo...

Buff que chungo!

Y encima quieren sacar una compañia sin asientos, para que no puedas sentarte, para que salga más barato.

Qué mal todo, que no?