martes, 11 de noviembre de 2008

Shogun


Durante el shogunato de Tokugawa (debo decir a todos los que han pensado en una cosa, que son unos FRIKIS!!! y quien haya pensado en eso se dará por aludido) la residencia del shogun estaba en Edo (Tokio. Sin embargo, la residencia imperial seguía siendo Kyoto. El castillo de Nijo fué construido como la residencia del shogun en esta ciudad.


Es una fortaleza plana, que consta de dos anillos concentricos. En el interior, se encuentra el palacio de Ninomaru (lamentablemente, no se pueden hacer fotos en el). Lo primero, al entrar en el palacio, hay que descalzarse, siguiendo la tradición japonesa de andar descalzo en el interior de la vivienda. o segundo que se aprecia es el suelo ruiseñor. Esta forma de colocar las tablas, hace que chirrien al pisar, usandose como advertencia contra posibles intrusos.


De todas formas, el shogún mantenía una guarnición de 50 samurai constantemente en el castillo, e imagino que esta guarnición se incrementaba cuando estaba presente. La disposición del palacio deja las habitaciones personales del shogun en la zona más interior, y habilita dos salas de recepción, una más cerca del interior y otra más cercana al interior, para constatar la importancia que se le daba a aquel que era recibido. Los guardaespaldas esperaban en una habitación anexa, fuera de la vista, pero cerca de su señor.


Fuera del palacio, son destacables los jardines, y una pequeña casa de té situada en el anillo exterior. Actualmente, se utiliza para servir té tradicional a los turistas que visitan el castillo.


Y fuera del castillo, hacia el norte, se encuentra el palacio imperial. Sin embargo, para poder acceder a este se necesitan pases especiales, es decir, solo se puede ver en visitas organizadas. Al menos, se puede pasear tranquilamente por los jardines exteriores, y hacerse una idea de la organización del palacio.

3 comentarios:

tita hellen dijo...

Keeeeenshin! Keeeenshin!

Que no lo digo yo, que lo dice el inconsciente colectivo...

la reina del hielo dijo...

Menos mal que existen las cámaras digitales, sino, menudo gasto revelar todas esas fotos!

gracias por estos post culturales, molan un montón.

Kenshin, Kenshin!

John Black dijo...

Ya ya, el inconciente colectivo... ¿no será el frikismo colectivo?

Y no, si el problema son las tarjetas de memoria. Tenía que haber aprovechado a pillar una en China, que dos gigas se me quedan cortos.