Chinatown

Pues sí, por fin mi viaje me ha llevado a las tierras del lejano Oriente. Ya iba siendo hora. Por fin puedo conocer esto de primera mano.

Lo primero que quiero decir, es que Pekín sorprende. Hay una cantidad enorme de parques, pero los edificios son altos, y bastante nuevos. La cantidad de luz que hay es increible, las calles son amplias. Al menos, las de mi barrio.

De todas formas, es un mundo distinto. Aún estoy descubriendolo: pero me está encantando. Los chinos, al menos los que yo he conocido, son gente amable y educada, y muy risueña. Eso no quita que se pongan bastante serios con el trabajo. Ayer, al llegar al hotel, hubo un pequeño conflicto con mi bolso de viaje. El botones no se dió cuenta y solo sacó mi maleta del maletero del taxi, antes de que yo pudiera reaccionar, el taxi se había marchado...

En el hotel se encargaron de contactar con la compañia de taxis, avisar al taxista... a las tres horas, en la conserjería tenían mi bolso de viaje, con todo dentro, me avisaron a la habitación para que bajara a por él cuando pudiera.

Por otro lado, te encuentras cosas bastante graciosas. No se si es que están concienciadisimos con la natalidad, o es que han debido preveer que soy todo un seductor, o que deben pensar que estoy muy necesitado... entre los productos del mueble bar de la habitación del hotel, va incluida una caja de condones.

A lo mejor es solo porque soy europeo, y claro, aquí las cosas son como son... Me refiero a que como aquí el contacto físico y las muestras de afecto en publico son muy escasas o inexistentes, calculan que si a cada chica china que conozco la voy dando dos besos, tarde o temprano una acabe o en la habitación o presentandome a sus padres (aunque esa teoría falla, no he visto nada para tratar las ostias que me dieran todas las demás).

Por cierto, por lo poco que he probado por ahora, comer en china no se parece en nada a comer en españa en un restaurante chino. Y el te es buenisimo (llevo ya tres tazas, al final tendré que bajar el ritmo).