Dios los cría...

Esto no es sano. Entre el trabajo y un par de despistes, pongo el post que tenía que haber puesto desde Berlín la semana pasada.

Un buen friki tiene un don, aunque aún no lo haya podido demostrar. Se trata de la capacidad de encontrar a otros frikis. Es algo extraño y de funcionamiento sutil, pero funciona independientemente de la ciudad y del idioma. Tu vas tranquilamente, por poner, paseando por Berlín, buscando un sitio donde cenar... y te encuentras una tienda de Warhammer con un marine de asalto tamaño natural. Y con una escenografía de la que podrían tomar ejemplo por aquí (a dos pasos, había una tienda de comics, por eso de que los frikis se juntan).



La semana que viene sigo de nuevo con los viajes. Esta vez me toca ir a Italia. La verdad es que este año no estoy muy animado con tanto viaje, se me hace demasiado monotono ir de oficina en oficina, haciendo lo mismo, escuchando las mismas quejas y los mismos problemas. Y luego tener que estar soportando los problemas que me dan con la organización de los viajes. El lunes de la semana pasada me tiré toda la mañana al teléfono con la agencia de viajes para organizar los que quedan (cosa que yo no tendría que hacer, ni tengo autoridad para ello). Pero o me ocupo yo o no se ocupa nadie: esta semana he tenido que pedir a carrera los vuelos para Italia, porque ayer aún no los tenía. Pero mejor no hablar de la causa, que luego todo se sabe...