viernes, 28 de noviembre de 2008

Hot & Spicy


En el Sudeste Asiático, cuando te dicen que la comida es picante, no hay que ceñirse a los conceptos europeos. Ni siquiera a os conceptos que tenemos de la comida asiática en Europa.

Para empezar, no hay que olvidar que el picante aquí funciona por saturación: cuanto más picante vas comiendo, mas dificil se hace eliminar la sensación y más fuerte es esta. Y por otro lado, hay que entender que son escalas distintas.

Cuando pides un plato picante, la primera sensación es que tu boca ha decidido probar nuevas experiencias, como por ejemplo, la combustión espontanea. Más tarde empiezas a desear que realmente eso fuera lo que hubiera pasado.

Independientemente de eso, debo decir una cosa a los amigos del Punjab. Pasear en Singapur por Little India me hizo pensar en una cosa. En como nos mienten con eso de que al fumar se pierde olfato. Realmente me hubiera gustado poder suavizar esa mezcla de olores intensos a especias, jazmín e incienso que venían en oleadas, acompañadas de esa musica de bolliwood entremezclada, proveniente de la mezcla de decenas de melodías distintas, cada una de una tienda (y una de rock hindú, para llevar la contraria, que tenían en otra tienda).

Sin duda, una experiencia para los sentidos. Eso si, puede que no sea una experiencia agradable para todo el mundo.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Navidades Verdes

¿Que sobra o que falta en esta bonita escena navideña?


Falta la nieve, de eso no hay duda.

Viendolo así, sobra el verdor de los arboles, deberían estar las hojas caidas, o secas.

Puestos así, sobran las palmeras. Eso no pega ni con cola.

Sobra la gente en manga corta. Y algo así como unos veinte grados mínimo de temperatura.

Por supuesto que sobra que cuando sacas la cámara de fotos, el cristal de la lente y el de la pantalla se empañen por la humedad y el calor.


Ya es navidad en Singapur. Navidad tropical, claro, con 25º de temperatura y un noventa y pico por ciento de humedad. Con nubes todo el día y tormentas casi todas las tardes. La ciudad donde llevar chaqueta o americana no es ser elegante, sino suicida.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Manga

It's still my dream, never changing: In Silence, Janne da Arc

Lo se, debería haber actualizado esto (y se lo que quereis: con más cosas de Japón). Sin embargo, he estado bastante ocupadillo estos días, con tareas pendientes que traje precisamente de Japón. Concretamente con revisar una cierta cantidad de manga que según ví, tenía bastante tirón allí.

Esto parece más facil decirlo que hacerlo, ya que, como no, yo no se japonés (sigo buscando una joven y atractiva japonesa que quiera... enseñarme su idioma). Así que salvo algunas excepciones donde parte del título viene en inglés.

Ya pondré una lista de todo lo que consiga encontrar y merezca la pena, con una pequeña descripción.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Beautiful Girls

Pues seguimos con Kyoto, y ya que parece ser que es imposible que Kenshin no venga a la cabeza, hablaremos de la zona más tradicional de Kyoto: Gion, el distrito de las geishas.

Como atracción turistica, el sur de Gion ha quedado con construcciones de estilo antiguo. Resulta más extraño toda la gente que viste normal que la poquita gente que va en kimono. Incluso los adelantos tecnológicos parecen fuera de lugar allí. Pero Gion no es solo el distrito de las geishas. También es el distrito de los templos. Haría falta varios días para poder visitarlos todos. También es un lugar donde hay muchos ryokan, posadas al estilo tradicional japonés, con baños comunes, suelos de tatami, y futones para dormir.

Pero dando un buen paseo, las experiencia resulta maravillosa. Primero por la zona en la que estás, el efecto de transportarte al pasado es sorprendente, además, combinar el efecto aprovechando la estancia para ver... sí, exacto, Kenshin... pues el ambiente se vuelve increible. Y luego volver a la posada, ponerte un yukata (un kimono de verano, en la posada te dejan uno) y descansar tranquilamente... vamos, el tiempo da marcha atras por completo.

Eso sí, la verdadera atracción empieza cuando de repente aparece, cual cosplayer, una geisha.

Y digo cual cosplayer, porque la gente se detiene por ver a una geisha pasear, sacan la camara de fotos y se ponen a hacer fotos como locos. Luego los raros somos los frikis. Lo peor es que encima me di cuenta que somos los que tenemos más respeto.

Así que en resumen, es una experiencia que recomiendo: alojarse, aunque sea una noche, en un ryokan de Gion, pasear por el distrito y dejar que el tiempo vuele marcha atras. Y sentir el lado más tradicional de Japón. No es una experiencia barata, pero merece cada yen gastado.

(Para los frikis que no puedan evitar preguntarselo, la respuesta es sí, el templo que aparece en la foto más arriba es el templo que sacan tanto como imagen de Kyoto de fondo en Kenshin. El de abajo, es el templo zen más antiguo de la ciudad.)

martes, 11 de noviembre de 2008

Shogun


Durante el shogunato de Tokugawa (debo decir a todos los que han pensado en una cosa, que son unos FRIKIS!!! y quien haya pensado en eso se dará por aludido) la residencia del shogun estaba en Edo (Tokio. Sin embargo, la residencia imperial seguía siendo Kyoto. El castillo de Nijo fué construido como la residencia del shogun en esta ciudad.


Es una fortaleza plana, que consta de dos anillos concentricos. En el interior, se encuentra el palacio de Ninomaru (lamentablemente, no se pueden hacer fotos en el). Lo primero, al entrar en el palacio, hay que descalzarse, siguiendo la tradición japonesa de andar descalzo en el interior de la vivienda. o segundo que se aprecia es el suelo ruiseñor. Esta forma de colocar las tablas, hace que chirrien al pisar, usandose como advertencia contra posibles intrusos.


De todas formas, el shogún mantenía una guarnición de 50 samurai constantemente en el castillo, e imagino que esta guarnición se incrementaba cuando estaba presente. La disposición del palacio deja las habitaciones personales del shogun en la zona más interior, y habilita dos salas de recepción, una más cerca del interior y otra más cercana al interior, para constatar la importancia que se le daba a aquel que era recibido. Los guardaespaldas esperaban en una habitación anexa, fuera de la vista, pero cerca de su señor.


Fuera del palacio, son destacables los jardines, y una pequeña casa de té situada en el anillo exterior. Actualmente, se utiliza para servir té tradicional a los turistas que visitan el castillo.


Y fuera del castillo, hacia el norte, se encuentra el palacio imperial. Sin embargo, para poder acceder a este se necesitan pases especiales, es decir, solo se puede ver en visitas organizadas. Al menos, se puede pasear tranquilamente por los jardines exteriores, y hacerse una idea de la organización del palacio.

Shinkansen


Lamentablemente estos ultimos días no he podido postear debido a una lógica falta de internet. El domingo al mediodía, marché hacia la estación de Tokio, y saqué un billete en el primer Shinkansen (tren bala) que se dirigía a Kyoto.

Lo primero, indicar que el precio del billete no es escaso, así que aquellos que quieran viajar a Japón y piensen hacer mínimo un par de trayectos en tren, deberían coger el JR Pass antes de salir. Este pase permite viajar en un tiempo determinado en todas las lineas de tren de Japón (con algunas restricciones de tipo de tren y asientos). El pase de 7 días equivale al del viaje de ida y vuelta de Tokio a Kyoto, así que en seguida compensa.


Además, los trenes son bastante cómodos y rápidos. Solo tienen un problema. Sacar fotos es un arte de previsión y velocidad. En cuanto te quieres dar cuenta, has entrado en un tunel, se te ha colado un edificio por medio, o simplemente de tanto encender y apagar la cámara, te quedaste sin batería.

Pero aunque breves, las vistas del trayecto Tokio - Kyoto son increibles. E incluyen un consejo: Si realizais este viaje, al marchar de Kyoto a Tokio, sentaros en la fila de asientos de vuestra derecha. La vista del monte Fuji es increible (por desgracia, ahí fué donde mi cámara dijo basta).

sábado, 8 de noviembre de 2008

Long Live Rock & Roll


El post de hoy tenía que ir con música añadida, pero a falta de poder confiar en youtube (para esto me ha fallado), hoy va con ración extra de fotos. Y es que ha sido un día intensito. Solo decir que salí del hotel a las 11 de la mañana y he llegado a las 10 de la noche, y apenas he parado sentado (bueno, al final de la tarde sí).

Lo primero ha sido ir a visitar el recinto del Palacio Imperial. Y para los que esteis preocupados, os puedo decir que Gerardo ya ha salido del agua.


El recinto del palacio no solo es bonito y turístico. Es bastante grande, aunque hay partes a las que no se puede pasar.

Aun así merece la pena darse una vuelta por el. Para empezar, porque es cultura. Y para seguir, porque es gratis.

Además, los cateles explicativos son bastante claros y están escritos en buen inglés, no como pasaba en Pekin. Y cada poco tienes un mapa, para que te puedas orientar y hacer tu propia ruta. Eso si, el que piense "ya comeré algo allí", es un ingenuo. Si quieres comer, lo habitual es llevar tu comida de casa (o de donde sea) y aprovechar una de las zonas de descanso (que hay muchas) para comer tranquilamente.

Por supuesto, mención de honor para los jardines del recinto exterior, no hay más que verlos para tenerlo claro.

Luego despues de comer, he ido a visitar un templo sintoista, el Meiji Jingu. Con la coincidencia de que estaban celebrando bodas allí (Hellen, te veo venir), por lo que he podido ver de lejos un poquito de las ceremonias. De todas formas, es divertido como mucha gente (especialmente los niños) van vestidos con kimonos.

También he podido empaparme un poco de algunas ceremonias que se hacen, como escribir tus peticiones en una tablilla, atarlos alrededor de un arbol sagrado y que al día siguiente sean ofrecidos en una ceremonia por los monjes. Eso indepedientemente del frikismo que produce estar visitando algo tradicional japonés.


Y para redondear la noche, he visitado Shinjuku, y he encontrado EL garito heavy de Tokio. No es que no haya más, es que ese es, sin dudarlo, el mejor. O quizá debería decir, el garito friki.No tiene nada que ver con que todo el garito (8 personas, es pequeñito) nos hayamos puesto a corear Long Live Rock & Roll, o Devil's Plaything. No se trata de escuchar Machine Gun en un garito. Ni siquiera que haya una imagen pequeñita de un manga sumamente raro, o una libreta que pone Death Note.

No es que nada más llegar la camarera te de el "menú", en el que incluyen todos los grupos musicales que se pueden degustar. O que cuando pides un grupo, la camarera te pase todos los cds que tiene para que elijas canción. O que, como se lo he pedido cuando no había nadie más, la camarera me haya hecho una panoramica del metal japonés. Es todo eso y más, porque como siempre digo, no hay mejor ambiente para salir de juerga que el de los garitos heavys.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Nightless

Ciertamente, este post podría haberse llamado, sin ningún tipo de problema, algo así como "Tigre y Dragón". El porqué lo sabreis más adelante.

Esta noche, la visita cultural (y friki) ha tocado por el barrio de Shibuya (Shibuya-ku). Para seguir cogiendo un poquito el ambiente tokiota. Lo primero que he podido volver a confirmar es que en muchas partes de Tokio, cuando el sol se pone, nace un nuevo sol artificial. Lo segundo es que, al igual que Akihabara, esto está lleno.

Lo primero que he hecho ha sido aprovechar para cenar... con un inmenso grado de frikismo: he ido a un Yoshinoya. Yoshinoya, para los que no lo sepan, es una cadena de restaurantes de comida rápida... de comida japonesa, en los que por menos de seis euros te pones las botas (y la respuesta es si, yo ya sabía de su existencia antes de venir). Lo gracioso, nada más llegar, te indican tu sitio y te sirven un vasito de agua... que te van llenando cuando ven que queda poca. El menú que me he pedido, consistía en sopa, verdura fria, un buen plato de carne en salsa, y un huevo (crudo, para batir y mojar). Por supuesto, no falta el bol de arroz (en este caso, enorme).


Luego he aprovechado para dar un paseo y localizar algun garito curioso. Pero por lo que he visto despues, Shibuya no es el barrio que busco. Parece que la zona heavy está por Shinjuku-ku. Lo que si hay por Shibuya son tiendas de discos, incluso tiendas de ropa heavy. De todas formas, Tokio es como Frankfurt. Tienes que tener muy claro a donde vas, porque lo mismo el garito está en la quinta planta de un edificio, o en el sótano. Y por lo que he visto, los horarios son distintos: aquí se empieza y se acaba pronto (y a las 12, el metro se empieza a acabar).

Y ahora viene la parte por la que todos os preguntabais. Hoy os voy a hablar de como se pilota el JSS Tigre, porque esto, más que un retrete parece una nave espacial.

Lo primero, nada más sentarte, empiezas a notar que eso se calienta. Tiene un sensor óptico que tapas al sentarte... y activa la calefacción. Por supuesto, puedes regularlo entre poco calor o mucho calor, segun lo frias que notes tus posaderas. Y luego viene lo gracioso. Hay un par de botoncitos para el agua. Esto quiere decir que sale un tubito desde abajo, y lanza un chorrito de agua. Si, apunta ahí precisamente. Luego tienes un botón para parar el chorro. El nivel de presión del agua, por lo que se vé, también puedes regularlo. Yo, personalmente, hasta ahora he decidido decantarme por el metodo tradicional, aprovechado que no por ello dejas de haber papel higiénico a mano (hay que secarse, claro).

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Electronic


Lo se, soy un friki, y uno muy orgulloso de serlo. Así que siguiendo la voz de mi frikismo, he salido antes de la oficina para tener horas de luz, y he marchado a carrera a Asakusa, a ver el templo de Sensoji. Lo primero que he visto es que los templos aquí son, como en todas las religiones, una forma de sacar dinero. Fijaros en la foto la cantidad de tiendas que se disponen alrededor. Claro, también es cierto que no solo es un templo, también es una atracción turistica.


Pero dentro del jolgorio, el recinto del templo es muy bonito y, a pesar del turismo, es bastante tradicional. Paseando por el pude ver incluso un pequeño estanque de peces. Pero es una pena que los turistas seamos tan cazurros. El fondo del estanque estaba lleno de monedas (¿porqué esa manía?).

Luego llegó el componente friki más compulsivo: la primera visita a Akihabara. No podía retrasarlo más, y en Akihabara la noche no es un factor importante. Los neones de las tiendas y centros comerciales son como un "hagase la luz" artificial para contrastar con la noche. El movimiento de gente no es escaso. Y el frikismo allí no es una elección. Lo primero que llama la atención, es encontrar centros comerciales especializados en frikismo. Lo que aquí es una tiendecita de anime y figuritas tiene tres plantas. Las grandes, ocho. Y por supuesto hay cosas de todos los precios: desde chorradillas por 500 yens hasta cosas de 40 mil.

Otra cosa que habla del frikismo inherente, es encontrar a unas chicas guapas vestidas de sirvientas (en plan manga, claro) repartiendo publicidad. No se si será la ultima moda (creo que no), pero hay un montón de cafés donde las camareras van vestidas así (al menos, por la cantidad de publicidad que me han dado). Y claro, si lo dan por un barrio donde encuentras tantas tiendas de anime y figuras... Está claro, aquí el friki es un objetivo comercial cazado (ojala pasaran estas cosas en España). Será que aquí si saben la cantidad de dinero que se nos va en frikadas.

martes, 4 de noviembre de 2008

Hitohira no Hanabira

Hago un pequeño inciso musical. Ayer entré en dos supermercados, y mientras estaba comprando, escuché las dos veces la misma canción. No se muy bien si es que está pegando fuerte aquí o la están promocionando muy fuerte. Los más frikis la reconocerán como el actual ending de la serie de anime Bleach. Os dejo el video (de la canción, no del ending).

domingo, 2 de noviembre de 2008

Cherry Blosom


Estoy en Japón!!!!! AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!!! AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!

Bueno, una vez superado el arranque inicial de histeria (cual colegiala quinceañera delante del grupo que se lleve ahora entre las quinceañeras), os preguntareis que hago escribiendo aquí y no dando vueltas como un loco por la ciudad viendo cosas y haciendo fotos. Pues os lo explico.

Primero, porque son las seis menos cuarto, y ya es de noche. Segundo, porque casi no he dormido (mi avión salía a las 8:45, dos horas antes en el aeropuerto y una hora de trayecto... calculais a la hora que me he levantado, ¿no?), ayer me pegué una paliza horrible paseando por Pekín en bicicleta, hoy me ha tocado pasar TODOS los controles de equipaje del mundo, me he hecho la picha un lio para encontrar el hotel, he llegado a la habitación a las 3 y media y luego me he tenido que ir a buscar un supermercado (porque si no ya no comía). Así que al final, creo que me quedaré tranquilamente en el hotel a descansar, que falta me hace.

Os dejo una foto de con lo que me he tenido que conformar al final como comida... que se le va a hacer (no sale, de bebida tengo una botellaca enorme de te oolong).